No sabría como decirlo pero estos buñuelos son adictivos totalmente. Eso sí, hay que comerlos recién hechos.

La verdad es que es típico comerlos en Cuaresma o en la festividad de Todos los Santos (1 de noviembre), pero os aseguro que éstos se pueden comer todo el año.

En esta ocasión los he preparado de mango pero el relleno puede ser de la crema que os apetezca, siempre y cuando se pueda congelar (ahí está la gracia).  En el Restaurante Hofmann, donde estuve haciendo un pequeño stage, los preparaban con crema de chocolate y los hacían en el mismo momento de servir al cliente.

 

Ingredientes para la masa de buñuelo:
2 huevos
70 g azúcar
160 g harina
2 g bicarbonato
8 g miel
50 g agua

Crema de chocolate:
g nata líquida
g chocolate negro

Ingredientes para la crema de mango:
280 g puré de mango
20   g de yemas
50   g de azúcar
20   g de maicena
4     g de gelatina en hojas
125 g de mantequilla

DECO (opcional):
Azúcar glas, hojitas de menta

Elaboración:

Primero empiezo con la crema de mango, ya que debe estar congelada. Lo mejor es dejarla hecha el día anterior o incluso antes.

Lo primero de todo ponemos a hidratar en agua muy fría las hojas de gelatina. Reservamos en remojo hasta que lo vayamos a utilizar.

Mezclamos en un bol, con unas varillas manuales las yemas, azúcar y maicena. Si vemos que es una mezcla muy espesa podemos añadir un poco del puré de mango frío que tenemos. El resto del puré de mango lo calentamos y lo añadimos a lo que tenemos en el bol, removemos con las varillas y de nuevo lo ponemos a calentar. No dejamos de remover con las varillas mientras lo tenemos en el fuego, teniendo especial cuidado con las paredes de la cazuela. Lo damos un par de hervores y lo pasamos a un bol. Lo dejamos enfriar más o menos a 35 ºC e incorporamos la mantequilla, mezclándola bien para que quede una masa homogénea.

Esto lo metemos en una manga con boquilla redonda (también puede ser sin boquilla) y lo ponemos en los moldes de silicona de bolitas a congelar.

Ahora vamos con la masa de buñuelo.

Incorporamos los ingredientes por partes. Primero blanqueamos los huevos con el azúcar, añadimos el agua con la miel y finalmente añadimos la harina tamizada y el bicarbonato. Mezclamos con varillas y lo tenemos reservado en un bol un poco profundo.

Una vez que la crema de mango esté congelada, desmoldamos y pinchamos cada bolita con un palillo. El palillo nos va a servir para introducir la bolita de crema en la masa y así rebozarlo en ésta.  Una vez que esté toda la bolita de crema bien cubierta por la masa de buñuelo, lo freiremos en la freídora o si estamos en casa, lo podemos freír en un cazo con aceite. La temperatura será a unos 150 ºC

Cuando salen de la freídora los espolvoreamos con azúcar glas y unas hojitas de menta si nos apetece.

Ya de por sí solos están buenísimos, pero si queremos podemos acompañarlos con crema de chocolate que haremos con nata líquida caliente que vertimos sobre chocolate negro fundido, lo mezclamos con unas varillas y lo servimos a la vez que los buñuelos.

 

Normalmente suelo controlarme, pero estos buñuelos pueden conmigo…

Empiezas con uno, miras otro… porqué no… y los vueves a mirar… y piensas que se están quedando pachuchos porque se enfrían… y vuelves a caer.

Terrible…